Escrito por: El Deber - Santa Cruz
22 Aug 20177 years ago

Quedan tres candidatos para dirigir una confederación indígena plagada de división y conflictos internos. Ayer hubo peleas entre cruceños y la mano del Gobierno se siente, aunque no se ve.

Después de cinco años de peleas, paralelismos y divisiones, la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) intenta reorganizarse y elegir a un nuevo representante que reemplace a Melva Hurtado, actualmente presa por supuestamente malversar recursos del Fondo Indígena, y a su vicepresidente (presidente en funciones), Lucio Ayala, acusado de fomentar el paralelismo en algunas regionales. 

La Gran Asamblea Nacional de los Pueblos Indígenas (Ganpi) comenzó el domingo con enfrentamientos de chiquitanos, ayoreos y yuracarés moxeños, que no reconocen a Ivar Vaca como presidente de su institución. Siguió ayer al mediodía, cuando dos grupos de la Central de Organizaciones de Pueblos Nativos Guarayo, se enfrentó en las afueras de la sede de la Cidob, ubicada en la zona de la Cumabi. Fue intervenida por la Policía. 

Adentro, 450 delegados de las 12 regionales esperaban para comenzar la elección de la nueva dirigencia, pero había diferencias sobre quiénes deberían ser los verdaderos acreditados. 

Por un momento, hubo hasta seis postulantes a la presidencia de la Cidob, pero al final de la tarde esa lista se redujo a tres nombres: Pedro Vare, presidente de la Central de Pueblos Indígenas de Beni (Cepib); Efraín Balderas, presidente de la Asamblea del Pueblo Guaraní, y Berta Bejarano, representante de la Central de Pueblos Moxeños de Beni (Cpemb). De los tres, solo Bejarano es defensora del Tipnis.

La mano invisible
“Hay paralelismo en los ayoreos, yuracarés, chiquitanos y guarayos”, dice Alfredo Aracaé, dirigente guarayo que denunciaba agresiones por parte de un grupo contrario, encabezado por Daniel Yaquirenda, al que la Cidob de Ayala reconoce como presidente de la Copnag, pese a que las elecciones fueron ganadas por Eladio Uraeza.
“Pese a que este país se llama Estado Plurinacional de Bolivia, aún hay indígenas que viven en la extrema pobreza”, dijo Aracaé.


Antes de la Ganpi, los representantes de las 12 regionales de la Cidob y la directiva se reunieron con el presidente Evo Morales en Palacio de Gobierno. Según uno de los dirigentes que participó de ese encuentro, allí la dirigencia saliente de la Cidob pidió ayuda económica para costear los pasajes para este encuentro, algo parecido a lo que hizo Pedro Vare con la Gobernación de Beni para solventar el encuentro de corregidores del Tipnis, que se llevará a cabo este fin de semana en San Pablo del Isiboro. “Hay muchos funcionarios de ministerios aquí”, aseguró el dirigente indígena, presidente de una de las regionales.

La asamblea

Cuando la tarde moría, se procedió a la instalación del presidium que dirigirá la elección. El hecho, que debió ser un mero trámite, terminó en rechifla general, mitad porque no incluyeron a ninguna mujer entre la decena de dirigentes, y segundo porque incluyeron en su conformación a exdirigentes cuestionados por sus mismos pueblos, como Justo Seoane. Pero donde afloraban las principales diferencias era cuando se les preguntaba a los candidatos su opinión sobre el conflicto del Tipnis, una lucha que originó la división de la Cidob y la ruptura de una parte de la dirigencia con el Gobierno. 

Para Lucio Ayala, presidente saliente, la ley que abroga la intangibilidad del Tipnis fue pedida por las organizaciones del mismo territorio. 

Balderas dice que son los mismos habitantes los que tienen que definir, pero adelanta que los indígenas tienen igual derecho al desarrollo que cualquier persona. Pedro Vare cree que no se puede poner al medioambiente por encima de las personas y que lo importante es que hay una ley de protección de la reserva y territorio indígena. La única decidida a tirar el tema a discusión de la Ganpi es Bejarano. “Queremos discutir por qué se anuló una ley que costó tanto sacrificio y que garantizaba el resguardo territorial del Tipnis”, dijo la que fuera presidenta de la novena marcha. No es la favorita para ganar la presidencia.

La Ganpi termina hoy. Se prevé que hasta la tarde se tenga a un nuevo presidente de la Cidob. Muchos creen que será Balderas, afín al Gobierno, pero de línea menos militante que Vare. 

La Oich ya no quiere ser parte de la Cpesc
La Organización Indígena del Pueblo Chiquitano (OICH) reclama su derecho de convertirse en la regional número 13 de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob) y ya no ser representadas por la Central de Pueblos Étnicos de Santa Cruz. 

Según Ignacio Parapaino, dirigente de la OICH, desde la anterior Ganpi, en 2011, se les reconoció el derecho de participar de la Cidob como una nueva regional, pero esto solo sería instrumentado a partir de la siguiente asamblea. Ahora, tras los intentos de Ivar Vaca, dirigente chiquitano desconocido por la OICH, de presentar su candidatura a través de la Cpesc, la OICH exigió su derecho de participar con voz y voto de la elección de la nueva cabeza de la Cidob. La Cpesc queda como representación de los ayoreos y yuracaré-moxeños.

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